viernes, 23 de abril de 2010

La buena suerte y sus 10 reglas


Tener buena suerte no es un elemento accidental, no es un dominio sobrenatural fuera de nuestro control.
La buena suerte es un poder individual; la buena suerte la crea uno mismo, primero nace en nuestro pensamiento y luego se proyecta en nuestra acciones.

No hay ninguna magia en aquellos a los que la gente llama "suertudos", por el contrario lo que hay es hechos y realidades, esfuerzo constante y ganas de superación.

La gente de la que se dice tener buena suerte no está esperando acostada o encerrada en su casa a que las oportunidades aparezcan...no.
Los suertudos como así los llamamos siempre están en movimiento; buscando y encontrando, pidiendo y recibiendo.

La buena suerte llega con un estado mental positivo, con la determinación de enfocarnos en aquellos pasos concretos y efectivos que vamos a tomar para encontrar la oportunidad que nos hará llegar a la meta.

Si catalogamos a alguien de tener buena suerte porque consiguió el trabajo ideal, pues fíjate y verás que esa buena suerte se debe a que la persona se preparó para ese trabajo, tomo cursos, salió a buscarlo, puso carpetas aquí y allá, no le dio vergüenza arriesgarse y cuando la oportunidad apareció pues ella estuvo lista y la tomo por las riendas.

Aquellos que han encontrado la pareja ideal no se escondieron en un hueco a esperar por el príncipe o la princesa. Ellos salieron, se arreglaron, vencieron el miedo de conocer gente nueva, se inscribieron en un club, asistieron a fiestas, hicieron amigos, se prepararon emocionalmente, y cuando la pareja apareció pues ellos estuvieron listos.

La buena suerte no llega con brujerías, amarres o hechizos.
La buena suerte llega con sentido común, osadía, decisión, preparación intelectual.
La BUENA SUERTE llega cuando nosotros la creamos mentalmente, cuando la actuamos, salimos y la buscamos.

-La primera regla establece que la suerte no dura demasiado tiempo porque no depende de uno, mientras que la buena suerte la crea uno mismo, por lo que dura siempre.

-La segunda regla dice que muchos son los que quieren tener buena suerte, pero pocos los que decidimos ir a por ella.

-La tercera regla, sostiene que, si ahora no tienes buena suerte, tal vez sea porque las circunstancias (tus circunstancias) son las de siempre.
Para que la buena suerte llegue es conveniente crear nuevas circunstancias.

-La cuarta regla afirma que preparar las circunstancias para la buena suerte no significa buscar sólo el beneficio propio, sino que crear circunstancias para que otros ganen también atrae la buena suerte, que no es más que compartir.

-La quinta regla dice que si se deja para mañana la preparación de las circunstancias, la buena suerte quizá nunca llegue.

-La sexta regla enseña lo siguiente: "Aun bajo las circunstancias aparentemente necesarias, a veces la buena suerte no llega. Busca en los pequeños detalles circunstancias aparentemente innecesarias, pero imprescindibles".
Hay que mimar el detalle.

-La séptima regla señala que, a los que sólo creen en el azar, crear circunstancias les resulta absurdo, mientras que, a quienes se dedican a crear circunstancias, el azar no les preocupa.

-La regla número ocho sentencia que nadie puede vender suerte.

-La novena regla mantiene que, cuando ya se han creado todas las circunstancias, hay que tener paciencia y no abandonar.
Es decir, para que la buena suerte llegue, confía.

-La décima y última regla afirma que crear buena suerte es preparar las circunstancias a la oportunidad.

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