miércoles, 21 de abril de 2010

Introducción sobre las relaciones personales


Si queremos tener éxito en la vida debemos saber cultivar las relaciones personales, para ello es primordial saber comunicarnos.

La comunicación es el proceso humano más importante después de alimentarnos.
La mala comunicación ha sido causa de divorcios, peleas entre familiares, amigos y hasta guerras.

Pero nos solo debemos comunicarnos bien, también debemos hacerlo con empatía.
Lo más importante de la comunicación es saber escuchar, escuchar con los oídos, con el corazón y con el cerebro, abrirnos a entender lo que quieren decirnos.

Generalmente escuchamos con ganas de hablar, debemos, evitar la tentación de hablar de nuestra propia historia, perder un poco nuestra propia importancia dejar de defender nuestro punto de vista.
Colocarnos de manera sincera en el lugar del otro.
Esto se logra con entrenamiento ya que el egoísmo humano esta arraigado en nosotros.

También debemos escuchar todos los puntos de vista sin apegarnos a ninguno.
Es así como entendemos bien lo que nos quieren decir, así mantendremos nuestra mente libre y podremos ver oportunidades y nuevos caminos para el entendimiento.
No existe motivación si no hay necesidad, debemos entender en un 100% la necesidad de nuestro interlocutor.

Después de comprender debemos tratar de ser comprendidos; para ello debemos seguir la ruta mental de nuestro oyente, toda persona sigue un patrón para entender o querer escuchar una idea.

Cabe destacar que las relaciones personales se alimentan a largo plazo, la consideración, el respeto y la confianza se logran con el tiempo.
"Stephen Covey" lo denomina cuenta bancaria emocional, donde hacemos constantemente depósitos, y si ganamos su confianza, en algunos casos esta cuenta es tan fuerte que podemos darnos el lujo de enfrentar algunas dificultades en la relación sin que ello traiga consecuencias graves a la hora una nueva idea o de retener su confianza.

Este hábito de ver las cosas buenas de los demás, sus fortalezas, edificarlos como humanos, nos dará inclusive la confianza de hacerles ver sus oportunidades y convertirnos en un coach en su vida.

Si pensamos que una persona es inteligente, dinámica, amorosa, con buenos sentimientos, excelente, pues digámoslo, expresemos lo que sentimos, demos lo mejor a esta persona y siempre lo tendremos dispuesto a escucharnos.

Este prestigio que nos da en convertirnos en su amigo, en una persona de confianza, nos permitirá tener su atención a la hora de plantear algo.
Todo esto construye una relación personal que puede durar mucho tiempo y que hará que la relación fluya sin contratiempos.
Somos más propensos a escuchar a aquellas personas que nos inspiran confianza, o que tienen prestigio para nosotros.

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