martes, 11 de mayo de 2010

¿Qué es un ente?


Se llama ente a todo lo que “es”.
Puede tratarse de una silla, de una montaña, de un ángel, de Don Quijote, de la raíz cuadrada de -1, ó aún de absurdos como los triángulos redondos o las maderas de hierro; todo esto “es”, de todo ello puede predicarse el término “es”, y en la medida en que ello ocurre, se trata de “ entes”; así como “pudientes” es “el que puede”, “viviente” lo que vive, “floreciente” lo que florece, “amante” el que ama, “lo que es”, se llama “ente”.
A lo que hace que los entes sean, se lo llama ser; los entes, por tanto, son porque participan del ser, tal como el pudiente participa del poder, lo viviente del vivir, etc...
La disciplina que se ocupa de estudiar los entes se llama ontología.
Esta disciplina enuncia una serie de principios, válidos para todos los entes, que se denominan principios ontológicos.

a) El principio de identidad: afirma que “todo ente es igual a sí mismo”.
Con esto no se dice (adviértase bien) que todo ente sea “igual” a sí mismo, porque no es lo mismo la identidad que la igualdad.
En efecto, 2+2 es igual a 4, pero no idéntico a 4; mientras que 2+2 es idéntico a 2+2, y 4 es idéntico a 4.
Pues la palabra “identidad” deriva del vocablo latino "ídem", que quiere decir “lo mismo”, de manera que “identidad” significa “mismidad”.
Si a todo lo que no es idéntico se lo denomina diferente, podrá decirse que los iguales, como 2+2 y 4 son, no idénticos, sino diferentes.
La diferencia admite como una de sus formas a la igualdad, junto a otras formas suyas como lo mayor o lo menor, por tanto, si entre dos entes no se encuentra difernecia ninguna, no se tratará de dos entes, sino de uno solo; es éste el llamado principio de la identidad de los indiscernibles (indistinguibles), enunciado por Leibniz (1646-1716).

b) El principio de contradicción: sostiene que “ningún ente puede ser al mismo tiempo & acute;P´ y ´no P´”.
Con la letra “P” se simboliza cualquier predicado posible (como, por ejemplo, “papel”, o “cenizas”, o “justicia”, etc.), y con “no P” su negación (es decir, todo lo que no sea papel, o todo lo que no sea cenizas, o todo lo que no sea justicia, respectivamente).
El principio señala entonces que ningún ente puede ser al mismo tiempo, por ejemplo, “papel y no papel”; si bien ello puede ocurrir en tiempos distintos, porque si se quema la hoja de papel, éste deja de ser papel, y se convierte en cenizas (no papel).

c) El principio de tercero excluido: dice que “todo ente tienen que ser necesariamente "´P´o ´no P´”.
Para retomar el ejemplo anterior: todo ente tiene que ser papel o no papel (entendiendo por “no papel” todos los infinitos entes que haya, menos el papel); porque, en efecto, si se trata de cenizas, será no papel; si se trata de un ángel, será no papel, etc.
Como forzosamente tiene que tratarse de una de las dos posibilidades (o P o no P), excluyéndose absolutamente una tercera, por ello el principio se llama “tercero excluido” (obsérvese, como una aplicación de este principio , que en matemáticas las llamadas demostraciones por el absurdo se apoyan en él).

d) El principio de razón suficiente, o simplemente principio de razón (o del fundamento), conocido también como principio de Leibniz, porque este filósofo lo enunció por primera vez, afirma que “todo tiene su razón o fundamento”; o, dicho negativamente, que no hay nada porque sí.
El hecho de que el lector esté leyendo estas líneas tiene su razón, su fundamento, como, digamos, el deseo de enterarse de qué es la filosofía.
El principio sostiene que no puede haber nada absolutamente que no tenga su respectivo fundamento ; no sostiene, ni mucho menos, que se conozca ese fundamento, porque en efecto ocurre muchísimas veces que se desconoce el fundamento o razón de tal o cual ente; NO se sabe.
Por ejemplo, la causa de una cierta enfermedad, como el glaucoma, pero ello no significa que no tenga su fundamento; casos como este no hablan contra el principio de la razón, sino más bien contra nuestra capacidad para penetrar por las cosas y determinar sus respectivas razones.

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