domingo, 25 de abril de 2010

Percepción extrasensorial (sexto sentido)


Se llama percepción extrasensorial a la habilidad de adquirir información por medios diferentes a los sentidos conocidos: gusto, vista, tacto, olfato, oído, equilibriocepción y propiocepción.
El término implica fuentes de información desconocidas por la ciencia.
La percepción extrasensorial se denomina a veces sexto sentido (pues vendría tras los cinco primeros enumerados, que se consideran los cinco sentidos «clásicos»).

Hay diferentes tipos de percepción extrasensorial;
-Percepción de sucesos que ocurren en otros lugares (clarividencia, clariaudiencia, etcétera) y en otros momentos (precognición, retrocognición, segunda vista).
-Percepción de aspectos sobre personas que otros normalmente no perciben (lectura del aura).
-La habilidad de recibir comunicaciones y comunicarse con gente que se encuentra en lugares lejanos (telepatía), más allá de la muerte (médiums, séances, experiencias extracorpóreas) o en otras dimensiones (proyección astral).

El estudio de estas habilidades, llamado parapsicología, investiga también otros supuestos fenómenos de naturaleza similar como la psicometría y la psicoquinesis, asociados con frecuencia con la percepción extrasensorial.

Se llama psíquico a la persona que dice ser capaz de usar la percepción extrasensorial u otros de poderes psíquicos.

El estudio de las facetas ocultas del ser humano parece indicarnos que las limitaciones de nuestros cinco sentidos no son las que habitualmente creemos.
Todo parece indicar que por cada uno de ellos podemos recibir señales que no siguen los cauces normales.
Es como si pudiéramos ver y oír sin utilizar los ojos ni los oídos.

Las percepciones extrasensoriales parecen generarse en el propio cerebro, todo parece indicar que la materia gris destinada al sentido de la vista o del oído, por ejemplo, ve y escucha por su cuenta las señales que le llegan de otras zonas del cerebro.
De esta forma cada sentido puede percibir señales que no le llegan a través de su órgano correspondiente sino de la propia mente.
Y con esto no quiero decir que estas percepciones se produzcan exclusivamente en el individuo y no le lleguen también de fuera de él.
Si decimos que somos capaces de sentir, de ver y de escuchar a nuestra propia mente, también estamos diciendo que podremos ver, sentir y escuchar también señales del inconsciente colectivo, dimensión psicológica apenas explorada y de la que no conocemos sus límites.

Todas las personas tenemos algún tipo de percepción extrasensorial y no le damos apenas importancia, pero, cuando no sólo se le da importancia, sino que se les presta especial atención, se pueden producir cambios importantes en la personalidad de los individuos.
Una pequeña percepción extrasensorial puede cambiar toda una vida si el interés de la persona así lo propicia.

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